«El uso de ácaros presa supondrá una revolución en el control biológico en cultivo de pepino»
EL IDEAL – 27 de Julio de 2016
Entrevista a Ana B. Arévalo, Técnico de Desarrollo de Agrobío.
José Esteban Ruiz. Ana Belén Arévalo lleva trabajando en Agrobío desde hace una década. Reconoce que le apasiona su trabajo, y destaca del mismo las posibilidades que le ofrece para estar en contacto con el campo, y establecer ese nexo de unión entre demandas e investigaciones. Hace un año se incorporó al departamento de Desarrollo de Agrobío, un área en la que se intensifica la labor de transferencia al campo del conocimiento que se adquiere a través de la investigación. No obstante, desde Desarrollo hacen una labor inversa ya que recogen todas las demandas de los productores para que se lleven a cabo las investigaciones pertinentes y se obtengan las soluciones que precisan los agricultores.
-¿Qué línea de trabajo lleva a cabo el departamento de Desarrollo de Agrobío?
– En estos momentos trabajamos en control de araña roja y vasates; en control de pulgones; y en la línea de ácaros presa que está abriendo numerosas posibilidades ya que permiten alimentar a los ácaros depredadores.
-¿Qué demandas recogen del campo almeriense?
– En estos momentos el campo almeriense demanda soluciones para combatir los problemas que tiene con la araña roja en todos los cultivos, en convencional y también en ecológico. La araña roja ha pasado de ser una plaga secundaria a estar en el primer plano, uniéndose al trip o La mosca blanca. También se están detectando problemas con el pulgón, sobre todo en cultivos ecológicos.
-En qué consiste la línea de trabajo con ácaros presa?
– Los ácaros depredadores son una de las producciones estrellas de Agrobío, una amplia variedad, que abre un gran abanico para llegar a numerosos cultivos como ornamentales, uva de mesa, frutales, hortícolas, etcétera. Pero estos ácaros depredadores tenían un handicap, que el depredador tiene muy pocos días de vida debido a la necesidad de alimento, plaga o polen. Conseguíamos poblaciones muy altas, pero menos duraderas de lo deseado. Ahora, con los ácaros presa, que sirven de alimento a los depredadores, es más fácil llegar a contar con poblaciones altas en los momentos en los que más necesarios son para controlar las plagas.
-¿Puede ser la solución para que se extienda el control biológico en cultivos como el pepino?
– Hemos diseñado una estrategia para alimentar a los ácaros depredadores sobre las plantas con estos ácaros presa. Así en un cultivo de pepino, que carece de polen, se puede realizar la suelta de Swirskii. Cuando comienzan a salir del sobre los alimentamos, durante el ciclo hasta que entran plagas, con un coste insignificante, y así tenemos la población de depredadores multiplicada hasta por cuatro, en comparación con una estrategia que no tenga en cuenta la alimentación, logrando un control de la plaga muy eficaz. Es una estrategia que, claro está, hay que complementar con otras herramientas. Es un paso más como el dado con las sueltas de Nesidiocoris tenuis en tomate.
-¿Es sólo aplicable al cultivo de pepino?
– Va a suponer una revolución en el control biológico en cultivos de pepino, pero se puede trasladar a otro tipo de plantaciones, ya que los resultados así lo avalan. Con esta estrategia logramos mantener el cultivo sano durante la primera parte del ciclo y cuando aparece la plaga, controlarla. A partir de esta estrategia, tenemos que trabajar para mejorar y que el control de plagas sea mucho más eficaz en cada una de las plantaciones en las que las pongamos en marcha, sea pimiento, sean frutales, cítricos, ornamentales, etcétera. Los productores, en general, están muy interesados en aplicar esta novedad.
-¿Qué avances han logrado en el control de araña roja?
– En control de araña roja, en los ensayos que hemos estado realizando hemos alternado con ácaros presa, haciendo una comparación con distintos depredadores de araña y Swirskii. El que mejor resultado ha ofrecido, a priori, es el Amblyseius andersoni, un ‘primo hermano de Swirskii. Esta combinación entre ambos se puede llevar a cabo desde el inicio del ciclo de cultivo, como estrategia preventiva, y que se vaya alimentado del polen o de otras plagas hasta que aparezca la araña. No nos podemos olvidar del Phytoseiulus, ya que es el que depreda la araña roja ejerciendo un control de la misma muy rápido. No obstante, tenemos que tener en cuenta que las sueltas deben hacerse sobre los focos de araña, ya que sólo se alimentan de esta plaga.
-Empresas como Agrobío son motores de la innovación en el campo. ¿Lo perciben así los agricultores?
– Los profesionales del campo y el sector en general saben que las empresas como Agrobío están tratando de adelantarse a los problemas con nuevas soluciones, y reconocen el esfuerzo en investigación que realizamos.
-¿Aumenta el interés por el control biológico o está estancado?
– En los últimos años los agricultores se están dando cuenta que la utilización de herramientas naturales como la fauna auxiliar es la vía más factible para mantener sanos sus cultivos y libres de plagas. Este sector lleva años tratando con productos fitosanitarios para acabar, por ejemplo, con la araña roja, y esta plaga se está haciendo, por supervivencia natural, cada vez más resistente a esos productos. La agricultura es muy dinámica.
-Se habla mucho ahora de control biológico conservativo.
– El control biológico conservativo es la estrategia que perseguimos. Es importante que la fauna auxiliar cuente con plantas refugio para lograr poblaciones importantes también cuando no se está desarrollando el cultivo. La investigación en esta línea se ha incrementado en los últimos años, y sin duda va a seguir creciendo. Es una nueva solución, en la línea de la biodiversidad.
-¿Como empresa productora el control biológico conservativo no perjudica a la línea de negocio?
– No tiene por qué. Se abren nuevas líneas, con una diversidad de los productos. Hay una gran variedad de insectos auxiliares que no se comercializan a pesar de que funcionan. Si pudiéramos crear un entorno con mayor biodiversidad el control sería mucho más eficaz.
-¿La fauna auxiliar se respeta entre sí, o son depredadores unos de otros y por tanto no se pueden combinar?
– No, algunos no se respetan, aunque la mayoría de las veces se ayudan. Las crisopas son caníbales, por ejemplo, se comen entre ellas. El Orius es depredador del Swirskii, y se combinan en el control de pimiento. En definitiva, se trata de equilibrios. Algunos de ellos colaboran.
-¿Cómo evoluciona el control biológico en cultivos al aire libre?
– El control biológico al aire libre tiene el inconveniente de la climatología, pues depende de las con- diciones se pueden ver afectados en mayor medida los insectos auxiliares. Estamos trabajando en diferentes cultivos, y se están consiguiendo buenos resultados. No obstante, somos conscientes de que existen mayores dificultades.
Fuente: JOSE E. RUIZ / EL IDEAL / ALMERÍA
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