“En Agrobío trabajamos para consolidar el control biológico y lograr el residuo 0”
FHalmeria – 10 de Julio de 2013
Entrevista a Enric Vila, responsable de I+D+i de Agrobío S.L, “En Agrobío trabajamos para consolidar el control biológico y lograr el residuo cero”
Enric Vila, afirma que, en su empresa, caminan hacia una ‘Segunda Revolución Verde’ y, para ello, trabajan en la búsqueda de soluciones biológicas para todos los cultivos.
Pregunta.- La próxima podría volver a ser una campaña de grandes cambios en Almería. ¿Cómo la afrontan en Agrobío?
Respuesta.- El gran cambio que, en principio, puede haber en la próxima campaña en Almería es que el 100% del tomate va a ir en control biológico, gracias a las sueltas de Nesidiocoris tenuis en semillero. Este año ha sido todo un éxito, con el 80% de la superficie, y todo apunta a que crecerá.
P.- Lo cierto es que el sistema de sueltas en semilleros ha funcionado muy bien.
R.- Desde luego. Hace cuatro años, parecía una locura hacer control biológico en tomate.
P.- Y mucho más tras la aparición de la Tuta absoluta.
R.- La Tuta absoluta sigue estando ahí, pero ahora hay herramientas para combatirla. En Agrobío seguimos trabajando con el Trichogramma achaeae, que pensamos que sigue siendo un complemento que puede ayudar, sobre todo al principio, cuando el Nesidiocoris tenuis aún no se ha instalado en el cultivo. De hecho, estamos trabajando en mejoras.
P.- ¿Y cuáles serían esas mejoras?
R.- Una de las cosas que hemos mejorado este año es el sistema de introducción. Cuando empezamos a trabajar con el Trichogramma, debido a la urgencia que había por encontrar una solución para la Tuta absoluta, cerramos un acuerdo con una empresa francesa que tiene una larga experiencia en producciones de otras especies de Trichogramma y tenía un sistema de tarjeta adaptado a cultivos de maíz. Ahora, con todos los ensayos que hemos hecho en estos años, tenemos muy claro que el Trichogramma es una especie que puede funcionar, pero que no se desplaza muy bien. Entonces, cuanto mejor se pueda distribuir en el cultivo, mejor. Tenemos una máquina de envasado de parasitoides que hemos fabricado con tecnología de aquí, con una empresa de Almería, y hemos diseñado una tarjeta más pequeña y con otra serie de novedades, que nos permiten distribuir mucho mejor el Trichogramma. Y no sólo para Tuta absoluta, para otras especies de oruga plaga, está dando muy buenos resultados tanto aquí como en Holanda y otros países europeos.
P.- ¿Qué otros proyectos se plantean de cara a la próxima campaña?
R.- Estamos intentando potenciar el control integrado en cultivos en los que no se ha establecido totalmente con éxito. En pepino, por ejemplo, hay que seguir trabajando porque se puede hacer control biológico perfectamente. De hecho, tenemos un proyecto Innterconecta en el que estamos trabajando, fundamentalmente, en pepino. Hemos estado ensayando con diferentes ácaros depredadores y había una especie nueva de ácaro depredador que pensábamos que podría funcionar mejor que el Amblyseius swirskii; sin embargo, en los resultados de los ensayos que hemos hecho hasta ahora no vemos diferencias claras como para decir que esa otra especie va a funcionar mejor que el A. swirskii. Creo, por otra parte, que la estrategia en pepino implica trabajar con unas dosis mínimas de suelta suficientemente elevadas y con sobres de liberación controlada que suelten una buena cantidad de ácaros durante un tiempo más o menos largo, sobre todo para compensar los problemas que hay con tratamientos fungicidas que se dan semanalmente y que reducen las poblaciones de ácaros depredadores.
P.- Quizás ése sea uno de los mayores problemas que hay hoy en día en pepino.
R.- Sin duda. Hay agricultores y cooperativas que están trabajando muy bien en pepino y pueden hacer control biológico perfectamente, pero hay otros sitios donde tienen más dificultades, unidas a problemas con el manejo del cultivo. En esto también habría que hacer más hincapié. Ya hay mucha gente trabajando e intentando hacer ver a los diferentes productores que hay que mejorar las tareas preventivas para evitar problemas de hongos, de ventilación… El manejo cultural es fundamental para el control biológico en pepino.
P.- Ya que habla de trabajos pendientes, la lucha integrada ha sido todo un éxito en pimiento y en tomate y ya se trabaja en pepino, pero, ¿qué ocurre con otros cultivos como calabacín o berenjena?
R.- También hay trabajo que hacer y se puede mejorar. En estos cultivos hay que alcanzar porcentajes en control integrado parecidos a los que hay en pimiento y tomate, sin duda.
P.- Agrobío comenzó a trabajar hace años en la búsqueda de plantas refugio para combatir el pulgón. ¿Qué grado de implantación ha conseguido esta práctica en el campo?
R.- Lo cierto es que la estrategia preventiva del uso de plantas refugio para multiplicar poblaciones de parasitoides de pulgones dentro del invernadero bajó bastante en los últimos años. Entre las causas, yo creo que se encuentra el hecho de que se están usando plantas refugio que tienen unos inconvenientes que hay que mejorar. Se utilizaban fundamentalmente como plantas refugio trigo o cebada, donde se cría un pulgón específico de cereales, y, a partir de ahí, se crían lo parasitoides. Ese tipo de macetas con trigo o cebada, si no están muy vigiladas y se riegan bien, se secan fácilmente y también tienen problemas de hongos. Ahora estamos trabajando mucho en la búsqueda de alternativas, plantas más fuertes y que permitan desarrollar un mayor número de pulgones o albergar unas poblaciones mucho más altas de pulgones de cereal y eso se traduce en una mayor producción de parasitoides. También buscamos plantas más robustas, que aguanten durante todo el ciclo de cultivo sin tener que sustituirlas cada cierto tiempo. Hemos tenido buenos resultados y creo que hay que seguir trabajando en esa línea, con vistas a sacar un producto comercial más robusto que podamos potenciar. El pulgón es una plaga cada vez más importante. Yo creo que se está convirtiendo en la tercera plaga más importante en los cultivos.
P.- Junto a esto, se están volcando mucho en el llamado residuo cero. ¿En qué trabajan exactamente?
R.- La idea es mejorar los protocolos actuales de control integrado. Hay cultivos en los que está muy claro que se está trabajando para conseguir ese residuo cero, por ejemplo en tomate, donde, prácticamente, ya no se tiene que tratar con insecticidas, aunque sigue habiendo problemas, como el vasates, para el que aún no hay una solución biológica. Nosotros estamos haciendo ensayos en esa línea, es decir, estamos intentando solucionar este tipo de problemas para los que aún no hay una buena solución biológia. En este sentido, he de decir que somos fuertes en el tema de ácaros depredadores y estamos trabajando con diferentes especies que estamos evaluando. Agrobío hace pocos años que comenzó a hacer su propia producción de enemigos naturales y ya tenemos cinco especies de ácaros en producción comercial. En este tiempo, hemos mejorado mucho la formulación de los sobres, el tipo de papel, en función de las necesidades de los diferentes cultivos y las condiciones ambientales de temperatura y humedad en los invernaderos. También hemos trabajado en mejoras de las calidades de las otras especies de enemigos naturales, en especial mejorando las dietas utilizadas en las producciones, objetivos que son fundamentales para garantizar el éxito del control biológico. Todos estos aspectos son fundamentales para alcanzar el objetivo de residuo cero deseado, al menos respecto a plaguicidas.
Etiquetas:control biológico en pepino, control biológico en pulgón, control biológico en tomate, I+D de Agrobío, nesidiocoris tenis, plantas refugio, proyecto Innterconecta, residuo cero
"Trackback" Enlace desde tu web.