Presente y futuro del Control Biológico
Anuario de Agricultura 2014, La Voz de Almería – Noviembre de 2014
Como todos recordamos, los años 60 fueron el comienzo de la primera revolución verde. Con la llegada de la mecanización del campo, las mejoras varietales, los programas de fertirrigación y el control químico de plagas, el campo experimentó un importante cambio que contribuyó de forma decisiva al incremento de la producción de alimentos y, consecuentemente, a superar la escasez y mejorar la nutrición de la población de muchas partes del mundo. Aunque hay otras partes que todavía están esperando esta revolución, las sociedades más avanzadas técnicamente se encuentran en la búsqueda de productos cada vez más limpios y seguros. En definitiva, nos encontramos en el punto cero de partida de esta denominada segunda revolución verde, cuyo objetivo es alcanzar una producción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Compromiso
Existe una sociedad cada vez más comprometida con las técnicas de vanguardia medioambientales; donde productores y consumidores, así como la industria auxiliar del control biológico, agroquímicos, y el sector de la manufacturación y comercialización agroalimentaria, encaminan sus proyectos de investigación y desarrollo hacia la búsqueda de soluciones sostenibles y comprometidas con la naturaleza.
Desde nuestra experiencia podemos afirmar que existe un antes y un después desde la campaña 2006-2007, donde todo el conjunto de nuestro sector comprendió la necesidad de hacer este cambio, el control de plagas debía combatirse a través de métodos biológicos. Hoy día, podemos decir que todas las frutas y hortalizas que producimos en el sureste español son seguras y limpias. Este fenómeno no ha pasado desapercibido y es cada vez más conocido y reconocido por los mercados mundiales más exigentes.
Las técnicas de control biológico consisten en observar y estudiar lo que viene sucediendo desde hace miles de años en la naturaleza. Todo cultivo tiene una plaga, y toda plaga su enemigo natural, y así, estos tres factores siempre han coexistido en equilibrio.
Los científicos han estudiado por muchos años cómo interaccionan estos tres factores, sentando la base para el desarrollo de las tecnologías modernas de control biológico de plagas.
En este sentido se observa que, en la agricultura intensiva, la aparición espontánea de insectos beneficiosos es insuficiente para combatir la plaga eficazmente. Por ello, las empresas de producción de macroorganismos, habitualmente, partimos de estos estudios básicos para desarrollar procesos que nos permitan la multiplicación masiva. Así el agricultor podrá bio-proteger cada una de sus plantas con los depredadores específicos antes de la llegada de las plagas.
Trabajo intenso en el presente y futuro del control biológico
Estas tecnologías requieren de una investigación y desarrollo intenso. Sin embargo, las problemáticas que surgen en el sector requieren una rápida respuesta. Para conseguirlo es necesario contar con los medios técnicos, económicos y, sobre todo, un equipo profesional muy experimentado.
Uno de los próximos retos que nos debemos plantear en el sector de frutas y hortalizas, es seguir avanzando de forma decidida hacia la obtención de productos con residuo 0, y creer que podemos conseguirlo. Porque:
El camino desarrollado en estos últimos siete años ha sido muy importante, tanto en la producción de insectos como en el manejo de los mismos.
Porque los insectos producidos en Almería tienen una gran calidad y son los más baratos del mundo.
Y porque el mercado consumidor cada día nos exige acercarnos más a este objetivo.
Otro hecho que suele pasar desapercibido es el ambiente en el que los profesionales del sector desarrollan su actividad. Dentro de los invernaderos trabajan más de 100.000 personas, con un modelo almeriense basado en la producción familiar, donde con frecuencia trabajan todos sus miembros. En este sentido es claro que el uso del control biológico tiene una gran ventaja, la actividad se realiza en un ambiente saludable libre de residuos químicos.
También desde nuestra experiencia podemos afirmar que uno de los principales aliados en el control biológico de plagas son los propios agricultores. Ellos son los que más han sufrido los efectos de los tratamientos químicos de antaño y, quizás por esto, siempre están abiertos a probar nuevas experiencias, porque saben que sus condiciones de trabajo son más saludables, sus cultivos son más duraderos y productivos, y que sus productos libres de residuos son mejor vendidos en el mercado.
Por todo ello creemos firmemente que el control biológico debe ser apoyado por las administraciones y organizaciones vinculadas al sector, y debemos avanzar sin cesar hasta conseguir y poder comunicar que todos los cultivos bajo plástico de Almería se realizan con estas prácticas de control biológico.
Otro reto que nos hemos propuesto las empresas de control biológico y biopolinización es abrir nuestros mercados hacía el uso de fauna auxiliar y biopolinizadores en cultivos al aire libre, tanto de hortícolas como frutales. Los resultados de nuestras experiencias son un éxito y nos demuestran que las expectativas de futuro pueden ser muy interesantes, por su potencial y viabilidad.
Con una meta en común, todo el equipo de Agrobío está muy comprometido con la agricultura sostenible y decidido a lograr el residuo cero. Solos no podemos conseguirlo, pero “Juntos podemos”.
Fuente: Articulo de OPINIÓN: J.A. Santorromán / LA VOZ DE ALMERÍA / ALMERÍA
Etiquetas:agricultura almeriense, agricultura sostenible, bipolinización, control biológico, polinización con abejorros, residuo 0, revolución verde
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