La araña roja es una plaga que afecta a muchas especies vegetales y cada vez está más extendida. Seguro que ya la has visto o ‘sufrido’ en huertos, jardines e incluso en las macetas de casa.
Tetranychus urticae vive de maravilla con temperaturas altas y baja humedad relativa. Se reproduce muy rápido, y es capaz de tejer telas para crear su propio microclima, mantenerse activa e incluso protegerse de los tratamientos.
Mientras desarrolla sus colonias va cubriendo las plantas de telas de araña y al alimentarse de las hojas va dejando manchas que impiden realizar correctamente la fotosíntesis debilitando la planta hasta matarla. Además, como una ‘buena’ plaga responde ante los tratamientos químicos haciéndose más fuerte y resistente.
Ya son pocos los fitosanitarios que le pueden hacer frente; pero existe un mecanismo natural, un depredador excelente y el mejor comiendo araña roja, su enemigo Phytoseiulus persimilis, un ácaro gordito y rojizo.
Desde Agrobío resaltan que para garantizar un control de plagas eficaz es importante que las poblaciones de enemigos naturales estén bien establecidas en el cultivo desde el principio.
Agrobío ha consolidado este otoño el control biológico en pepino con la estrategia de la alimentación de ácaros depredadores con ácaros presa directamente en la planta. Ésta tecnología, desarrollada por el departamento I+D de Agrobío y puesta en marcha en campo por su equipo técnico, ha supuesto un éxito y un avance para el control biológico de plagas, sobre todo de mosca blanca, trips y araña roja.
Hoy en día, los parques y jardines se están adaptando a nuevas técnicas de manejo y mantenimiento más respetuosas con el medio ambiente, el entorno y la ciudad. Es el caso de los parques y jardines de Almería.
La implantación del control biológico como base de la lucha integrada en el cultivo de pimiento ha transformado la provincia de Almería. La causa de esta revolución fue, la ausencia de productos fitosanitarios autorizados que realizaran un control eficaz del trips y la preocupación por la pérdida de plantas provocada por virus asociados a esta plaga.
El cultivo del tomate en la campaña agrícola que está finalizando (2016/2017) ha soportado los mayores niveles de plagas desde que se instauró el control biológico con sueltas de Nesidiocoris tenuis desde semillero. Lo cierto es que en las últimas campañas se han reducido considerablemente las sueltas de este depredador polífago en las plantas de tomate en semillero.