Agrobío, líder en soluciones biológicas para la agricultura, apuesta por su estrategia más completa de control biológico para cultivos de pepino, un manejo que reafirma su posición como referente en la gestión sostenible de plagas.
Este enfoque integra depredadores naturales, tales como T. montdorensis (MONcontrol) y A. swirskii (SWIRScontrol), junto con Orius y su alimento POWERmite 3.0, proporcionando un control completo y preventivo de trips desde el inicio del cultivo, lo que supone una gran ventaja para los agricultores.
Esta primavera el control biológico se ha incrementado en melón y sandía con muy buen control de las plagas. Aunque el cultivo en el que más sueltas de enemigos naturales se ha realizado durante estos meses es en pepino de ciclo corto.
La superficie de pepino que emplea estrategias de control biológico crece cada año. Y los productores, tanto de ciclo corto como largo, consolidan el uso de la estrategia desarrollada por Agrobío que consiste en la utilización de A. swirskiioT. montdorensis y Orius para controlar el trips en invierno desde el comienzo y así evitar deformaciones en los frutos, que los deprecian comercialmente.
El control biológico en pepino crece. Cada campaña está siendo un éxito y los productores que quieren conseguir la confianza de los mercados más exigentes apuestan por la utilización de A. swirskii y presa de Agrobío para combatir trips en pepino, también mosca blanca y araña roja. Además, no solo confirman una mejora en la calidad, sino que el control biológico resulta económico y rentable: la planta se mantiene sana, es más productiva y la pérdida por fruto torcido se reduce. Para Agrobío la incorporación de nuevas tecnologías al campo es la clave para que el control biológico siga siendo un referente de modelo productivo.
Partiendo del imprescindible esfuerzo en I+D que exige el control biológico, Agrobío ha consolidado este concepto en el cultivo de pepino de ciclo largo.
Agrobío ha diseñado un protocolo para consolidar el control biológico en este cultivo y que incluye dos formulaciones para alimentar al A. swirskii y al T. montdorensis, Powermite y Powerfood, respectivamente.
Agrobío sigue avanzando para consolidar el control biológico en pepino y lo hace gracias a la alimentación con presa directamente en planta, una técnica desarrollada por la empresa que, tras cuatro años de experiencia en fincas, ha demostrado que “es posible el control eficaz de trips” en este cultivo.