Realizar un buen manejo de la fauna auxiliar durante estos meses de primavera dedicados a melón, sandía, pepino y tomate será fundamental para romper el ciclo de las plagas, obtener productos seguros, y llegar a la siguiente campaña con el campo lo más limpio posible.
La empresa almeriense de control biológico desarrolla nuevas ideas para mejorar sus productos.
Agrobío, la reconocida empresa almeriense con amplia experiencia en el control biológico de las plagas en los cultivos de invernadero, es consciente de las necesidades del sector agrícola. La demanda de productos hortofrutícolas sin residuos se ha convertido en un acicate para la búsqueda de soluciones biológicas, adaptadas a los cultivos y las infraestructuras.
Agrobío ha sido pionera en establecer la estrategia de alimentación con ácaros presa sobre las plantas, consiguiendo establecer altas poblaciones de esto depredadores beneficiosos en cultivos sin polen.
Agrobío trabaja constantemente para mejorar las herramientas de las dispone el productor hortofrutícola en materia de control biológico y biopolinización.
Desde sus inicios, la empresa almeriense apostó por la producción de colmenas de abejorros para la biopolinización de cultivos que aún no tenían una solución eficaz. Este himenoptero conquistó la producción y polinización en tomate en invernadero y es determinante en la polinización natural de cultivos bajo plástico y al aire libre, también en frutales mejorando especialmente las producciones de las variedades tempranas, haciendo frente a la problemática de las abejas, debido a la disminución de sus poblaciones y a la salida del invierno.
“Si las plagas no paran, el control biológico tampoco debería hacerlo”. Ana Belén Arévalo, técnico de Desarrollo en Campo de Agrobío, está convencida de que la tendencia en la agricultura almeriense a iniciar las campañas cada vez antes obliga a intensificar las sueltas de auxiliares.